Gracias a las capacidades físicas, mentales, emocionales y espirituales de los seres humanos, hemos construido durante siglos un legado cultural que nos define como personas y que está presente en las enigmáticas cartas del tarot con un lenguaje sublime, visual y simbólico. Inspirada por la propia naturaleza del tarot, nuestra identidad corporativa es también un tributo a la simbología, con un logotipo que es sencillo a primera vista y cargado de significado a su vez.
Cuando se planteó la creación de esta plataforma ya se tuvo en cuenta la idea de estudiar y profundizar en las manifestaciones culturales que definen a la humanidad y la relación que las conectan con el tarot, y por esa razón se quiso que el logotipo, además de hacer referencia al tarot, lo hiciera también a la propia cultura.
Y así nació este símbolo en el que un simio porta los cuatro elementos de la naturaleza de forma simbólica, tal cual lo hace el propio tarot.
Además de la dimensión espiritual, lo que une a los hombres y mujeres de todos los tiempos es el legado cultural que nos ha hecho evolucionar como seres y como sociedad. Una evolución que nos ha llevado a ser lo que somos y una evolución en constante dinamismo, que es lo que define la propia vida. Es por ello que optamos por el simio para representar a la propia humanidad, desde la humildad de saber que pese a nuestros progresos, avances e ideas seguimos teniendo una naturaleza animal, genética y evolutiva que nos conecta a todos con todos.
El simio constituye también el quinto elemento, el espíritu que da sentido a la expresión terrenal de nuestra existencia. El espíritu que está en El Mago cuando manipula los elementos de su mesa y el espíritu que alcanza la iluminación en El Mundo cuando logra desentrañar el misterio alquímico de la vida.
Precisamente en esos dos arcanos mayores vemos de forma simbólica los cuatros elementos representados; en la vara, en el cuchillo, los vasos y las monedas de El Mago y en el ángel, el águila, el toro y el león de El Mundo, que son asimismo los elementos de la esfinge y que aparecen también en los textos religiosos judíos y cristianos.
Para su representación en el logotipo hemos optado por hacerlo de una forma sencilla y cercana, prefiriendo la que muestran los arcanos menores y que es comúnmente conocida por conformar los palos de las bajaras de juego española.
Con el basto representamos el elemento fuego (el deseo y la creatividad); con la copa, el elemento agua (los sentimientos y emociones); con la espada, el elemento aire (la razón y el verbo); y con el oro. transformado aquí en el fruto del granado, representamos el elemento tierra que nos habla del plano material.
La elección de la granada como símbolo para este último elemento encierra importantes significados para nosotros. En primer lugar, queremos desterrar la idea, a veces extendida en quienes emprenden decididamente un camino de crecimiento espiritual, de que el plano material es más vulgar o menos merecedor de atención, ya que sabemos que el mundo espiritual no está separado del material, sino que ambos constituyen la doble polaridad de una misma unidad. Comer y beber son requisitos imprescindibles para seguir viviendo, y la carne del fruto del granado y su zumo líquido nos lo recuerda.
La granada ha sido también considerada una fruta sagrada en muchos pueblos, pero especialmente en el judío, que es precisamente la cultura a la que debemos la cábala, intrínsecamente conectada con el tarot. Con este símbolo, hacemos un tributo a esa conexión al mismo tiempo que ponemos en valor el significado hermético de dicha fruta que nos habla de encontrar la unidad en la diversidad, como los cientos de granos se agrupan formando una sola fruta.
Con un sencillo gesto, damos pues un alto valor al plano material entendiendo su poder para conectarnos espiritualmente y restaurarnos como humanidad, misma expresión de la naturaleza de la que somos parte.
Cuatro son los puntos cardinales. Cuatro son las paredes principales de una casa. Cuatro es el número de la estabilidad, del dominio de la materia y de la perfección del cuadrado tierra. Cuatros son, por tanto, los elementos de nuestro logotipo, que por sí solos no pueden hacer nada si no es con la magia del quinto elemento, el simio que evoluciona para convertirse en un maestro de vida, el que desequilibra la estabilidad de la cuadratura para superarla. Por esa razón, nuestra identidad corporativa es ante todo una invitación a emprender un viaje, el viaje de tu vida para el que se te han dado todas las herramientas necesarias.
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