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Para qué
usar el tarot
Muchas personas se sienten atraídas por el tarot por diferentes razones, y si tú has llegado hasta aquí es muy probable que seas también una de ellas. ¿Se puede aprender el tarot? ¿Hace falta tener un don especial? ¿Puede aprender cualquiera? ¿Es mágico o maligno? Son preguntas típicas que se suelen hacerse quienes se acercan al tarot por primera vez, y en este decálogo vamos a ayudarte a responderlas y dar tus primeros pasos en el arte de echar las cartas.
Hay personas que ven el tarot como un simple oráculo para predecir el futuro; otras, como un instrumento para el conocimiento de uno mismo. También están quienes quieren usar el tarot para ayudar a los demás y quienes ven en él un conglomerado cultural, histórico, artístico y simbólico digno de estudiar. De una forma u otra, el tarot te llama y cuando te acercas a él y empiezas a descubrirlo te darás cuenta que es mucho más de lo que imaginabas. Por eso, te recomendamos antes de empezar con el tarot que conozcas los diferentes usos que tiene y te plantees con sinceridad para qué quieres utilizarlo.
¿Un espejo del futuro?
Quizá la imagen del tarot más extendida en la sociedad es la de predecir el futuro, y aunque es cierto que el tarot nos muestra la proyección de un acontecimiento a ocurrir, no es totalmente cierto que sea una predicción como tal del futuro. Sí funciona como un oráculo, pero como cualquier oráculo sólo ve la proyección de lo que va a ocurrir en función de lo que se plantea en el presente, el momento certero en el que vivimos, pensamos, sentimos y actuamos. Nuestras acciones del presente determinan las consecuencias del futuro, y ese pronóstico sería el que nos revelaría el tarot.
El tarot está sometido a la ley del libro albedrío y, por tanto, nunca determina ni sentencia. Para entenderlo, es común utilizar el símil del pronóstico meteorológico, que da una previsión de lo que ocurrirá según los datos acerca del estado de la atmósfera (como temperatura, presión atmosférica, vientos, humedad y precipitaciones) y usando conocidos procesos atmosféricos (a través de la meteorología) para determinar los patrones futuros atmosféricos. De alguna forma, ese sería el trabajo que realiza el tarot cuando se le consulta por hechos del futuro.
Teniendo en cuenta esto, ¿es posible fiarnos del tarot? La respuesta es que sí, pero sin olvidar que los verdaderos artífices de nuestras vidas somos nosotros mismos y, de alguna manera, tenemos cierta capacidad para determinar nuestro rumbo hacia un sentido u otro. Aunque hay enseñanzas kármicas destinadas a ser cumplidas, seremos nosotros los que elijamos el camino entre los diferentes senderos que vayan surcando a lo largo de la vida.
Espejo del alma
El tarot es conocimiento y, al igual que puede ver las circunstancias del presente que determinarán un teórico futuro, también puede analizar y dar a conocer situaciones que son desconocidas para la persona consultante y que pueden serle de ayuda para la compresión de su estado y la resolución de problemas.
Por eso se dice que el tarot es un espejo del alma, capaz de adentrarse en el interior de la persona y poder ver más allá de lo que se ve. Gracias a ello, es un poderoso instrumento de autoconocimiento y una herramienta de sanación, que le abre grandes aplicaciones para ayudar a los demás. A estos fines responde lo que conocemos como tarot terapéutico. Además, su poder transciende las fronteras de nuestra realidad y por eso el tarot también se utiliza en terapias transgeneracionales y como vía de mediumnidad.
Un buen amigo y consejero
El tarot se convierte, con su uso diario, en un auténtico amigo capaz de darte los mejores consejos para tu día a día y tu crecimiento personal, ya que habla desde el maestro interior que todos tenemos y, como tal, ayuda también a desarrollar la intuición.
En los arcanos del tarot están representados los arquetipos universales, formas simbólicas innatas que son principios rectores fundamentales de la psique humana. Estas disposiciones psicológicas estructuran inconscientemente la conducta humana, tanto en el nivel personal como en el social y son los motivadores de la conducta, de los sentimientos y los pensamientos humanos. Teniendo esto en cuenta, es fácil entender que las cartas del tarot sirvan también para su uso en la meditación, aprovechando el poder de sus imágenes y lo que éstas inspiran.
Asimismo, gracias a esa fuerza que tienen los arcanos, el tarot puede ser usado como una potente fuente de poderes mágicos, filtros a través de los cuales ciertas fuerzas espirituales invisibles entran en el plano físico. Si comprendemos que el tarot es una herramienta que nos permite sacar el mejor partido a unos poderes que todos poseemos, con ella podremos provocar cambios positivos en todas las áreas de nuestra vida. Y eso es la magia, el poder de la transformación.