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Una pequeña pincelada sobre el tarot

El tarot es un conjunto de 78 cartas de origen desconocido que se dividen en 22 arcanos mayores y 56 arcanos menores, estos últimos subdivididos a su vez en los cuatro palos: bastos, copas, espadas y oros.

El nombre 'arcano' procede del término latino ‘arcanum’, que significa 'secreto'. Por tanto, las cartas del tarot “remiten a un sentido oculto, un misterio que desafía lo racional, y nos parece adecuado en la medida en que utilizamos el tarot no como un divertimento sino como un juego cargado de sentido no explícito que poco a poco conviene descubrir” (Jodorowsky, A.; Costa; M.: La vía del Tarot).


Los arcanos mayores hacen referencia a los arquetipos universales y son 21 cartas numeradas del 1 al 21 en números romanos, más una sin número (aunque en algunas versiones se le da el valor simbólico del 0). Por su parte, los arcanos menores se componen de cuatro palos (bastos, copas, espadas y oros), cada uno formados por diez cartas enumeradas del 1 al 10 en números arábigos y cuatro figuras: la sota, la reina, el rey y el caballo.


El tarot es la llave maestra del inconsciente: sitúa el presente, ve el pasado y predice un futuro desde el libre albedrío

En el imaginario popular, el tarot es un sistema de adivinación envuelto en un aro de misterio. Pero lejos de ello, el tarot es mucho más que un oráculo.


El tarot es básicamente una forma de conectar con el interior de uno mismo y de las personas que nos rodea para acceder al inconsciente y todo lo que este mundo nos puede decir. Como tal, los usos del tarot van más allá de la simple predicción del futuro.

Como tal, es una herramienta de crecimiento personal y una vía para el autoconocimiento y la comprensión de lo que sucede a nuestro alrededor. El tarot es la llave maestra del inconsciente y de ahí surge su capacidad para aconsejar, guiar y examinar este caminar por la vida. Predice un futuro desde el libre albedrío, sitúa el presente y ve el pasado.


Es una herramienta de crecimiento personal y una vía de autoconocimiento, un viaje a nuestro propio interior

Todo este potencial ha hecho también del tarot una herramienta digna de ser considerada como apoyo en métodos terapéuticos, con un fin claramente sanador.

“El viaje a través de las cartas del tarot es básicamente un viaje a nuestra propia profundidad. Cualquier cosa que encontremos en este viaje es, en el fondo, un aspecto de nuestro más profundo yo” (Nichols, S.: Jung y el Tarot).

En definitiva, es un mundo de imágenes, símbolos, significados, reflexiones, intuición, estudios, dedicación, pasión, entrega y descubrimiento que merece la pena explorar.



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